El Ayuntamiento de Madrid no dejará a las motos circular cuando la contaminación se eleve, pues entiende que contaminan igual o más que los coches de gasolina. Las motos han sido incluidas por el Ayuntamiento de Madrid en el catálogo de vehículos contaminantes por lo que se verán afectadas por las medidas de restricción del tráfico cuando se alcance los niveles marcados de contaminación en el centro de la ciudad.
El plan de actuación del Consistorio Municipal consta de varias fases. En la primera, la velocidad de todos los vehículos queda limitada a 70 kilómetros por hora en la M-30 y en las autovías de acceso. En la segunda, se prohíbe aparcar en la zona regulada por parquímetros a los vehículos que no sean del barrio. En la tercera fase, se prohibirá circular por el centro a la mitad de los vehículos (matrícula par o impar).
El motivo de incluir las motos es, según la concejal de Medio Ambiente, Inés Sabanés, el que “las motos emiten lo mismo o más que los coches de gasolina”. Al parecer, el Ayuntamiento maneja unos datos que indican que la emisión de óxidos de nitrógeno de las motos que más recorridos realizan por el centro (las inferiores a 250cc) es superior al de los coches de gasolina.
Independientemente de lo que contaminan motos y coches, lo que no parece que haya tenido en cuenta el Ayuntamiento de Madrid es el tiempo que está una moto con el motor encendido para realizar el mismo recorrido que un coche. Y no sólo es una cuestión de tiempo,, hay que tener en cuenta el menor gasto de combustible.
Una vez más, en vez de apoyarse en las motos para lograr mejorar el tráfico se ponen trabas para su uso, utilizando argumentos poco estudiados y sin sentido. Además, ¿pretenden que todos los usuarios utilicen el transporte público a la misma hora? ¿Está capacitada una ciudad como Madrid para ello? Se pretende que esos días sea gratuito su uso, algo que no hará mucha gracia a quien paga por su abono mensual.