La Dirección General de Tráfico ya tiene lista la última remesa de 300 motos para la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, valoradas en 3 millones de euros.
Un total de 300 nuevas motos han sido compradas por valor de 3 millones de euros con el principal objetivo de reforzar la presencia de este tipo de vehículos en la carretera para aumentar los controles de drogas y alcohol en 2018. La DGT se ha propuesto aumentar el número de controles realizados, apostando por los nuevos controles dinámicos que son más difíciles de detectar y luchando así contra los chivatazos que se producen a través de Whataspp u otras app.
La inversión en estas 300 nuevas motos se produce teniendo como elemento fundamental la integración de sistemas de control de drogas y alcohol portátiles de nueva generación. Desde la DGT quieren llegar a los 150.000 controles de forma anual y los controles dinámicos a través de las motos serán la clave. Además estas motos también podrán servir como radares de velocidad móviles con la incorporación de 60 nuevos radares portátiles por valor de de 860.310 euros.
Las 300 nuevas motocicletas de la @guardiacivil de Tráfico irán equipadas con alcoholímetros y detectores de drogas para luchar contra las alerta de controles en redes sociales. Tolerancia 0 en alcohol y drogas al volante. pic.twitter.com/RO4VFpQpoT
— Gregorio Serrano (@Gserrano_DGT) 13 de noviembre de 2017
La DGT está apostando muy fuertemente por el aumento de la vigilancia en las carreteras, ya sea a través de patrullas y controles, o mediante el uso de las más modernas tecnologías como los helicópteros Pegasus o los nuevos drones y aviones, sin olvidar la puesta en marcha de las primeras 50 cámaras capaces de detectar el uso del cinturón de seguridad, cámaras que a lo largo de 2018 pasarán a ser 227 en todo el territorio español.
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