El joven, vecino de Quijano de Piélagos, viajaba con un grupo por la carretera que une la localidad burgalesa de Arija con las Rozas de Valdearroyo.
Un joven de 29 años perdió la vida ayer en un accidente de tráfico ocurrido entre la localidad burgalesa de Arija, al sur del pantano del Ebro, y las Rozas de Valdearroyo, cerca de Reinosa. La víctima, cuya identidad responde a las iniciales F.J.C., había quedado con un grupo de motoristas para recorrer esta zona aprovechando las favorables condiciones meteorológicas. Pero en el camino, y por causas que no se han determinado (solo ha trascendido que no hubo ningún vehículo más implicado), la moto que pilotaba F.J.C, se salió al tomar una curva sufriendo un impacto que resultó mortal.
Según fuentes de la Delegación de Gobierno en Cantabria, el accidente ocurrió a las cuatro y media de la tarde, cuando el grupo circulaba por el kilómetro 7,300 de la carretera autonómica 730 a dos kilómetros del pueblo de Arroyo, perteneciente al municipio de las Rozas de Valdearroyo.
El hombre, que residía en Quijano de Piélagos, fue trasladado al Hospital Sierrallana, en Torrelavega, donde certificaron su fallecimiento hacia las seis de la tarde. Con este, son al menos cuatro los motoristas fallecidos en las carreteras cántabras este año.
El 15 de julio, un vecino de Santander de 41 años, murió en el barrio La Torre, en Monte (Santander), al chocar con un coche que salía de un garaje. Previamente, el 3 de mayo, un ciudadano británico, de 49 años, que conducía una moto adaptada de tres ruedas, perdió la vida al salirse en una curva y caer desde el puente de Ramales de la Victoria sobre el río Calera. Y en enero un hombre de 53 años falleció en la carretera comarcal que une Guarnizo con Solía, en el término de Villaescusa, también tras salirse de la vía. Además, otro cántabro de 42 años sufrió un accidente mortal el pasado agosto en las carreteras de Lugo, donde había acudido a una concentración motera.